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Se busca príncipe indeleble…
Pero que no venga montado en un corcel blanco, sino en una moto o en un tándem. Si viene en moto, nos haremos unas rutitas juntos vestidos de cuero y descubriendo nuevos sitios. Si viene en tándem, que me recoja y pedaleamos juntos al unísono siendo equipo pero cuando nos bajemos, nos daremos una vuelta cada uno por su lado. No hace falta ser siameses.
Se busca príncipe indeleble…
Pero que no venga con armadura, espada y escudo. No hay que defenderse de nada porque no hay dragones contra los que batallar, salvo los propios. Si mi almena ya no me resulta una cárcel, ¿por qué habría de percibirla como un obstáculo?
Se busca príncipe indeleble…
Que no quiera despertar a una princesa con un beso, sino que te mire a los ojos y diga: «Nena, nos vamos a comer el mundo juntos». Eso rompe cualquier hechizo de ostracismo, soledad y desconfianza.
Se busca príncipe indeleble…
Que no saque a bailar a la princesa en el baile de primavera del reino, sino que la despierte por las mañanas, cuando su pelo sea una maraña desordenada, la mire a los ojos y la desee más que cuando sale a la calle con ese vestido tan sexy y estudiado…
Se busca príncipe indeleble…
Que sepa dónde está la frontera entre lo romántico y lo pasional. Que sea capaz de follarte en la cocina como si no hubiera un mañana pero que te bese con ternura cuando llegas a casa con los tacones arrastrando.
Se busca príncipe indeleble…
Con el que la admiración sea mútua. Fundamental. Con el que hacer el payaso sea lo normal. Fundamental. Con el que pelearte no sea un drama sino un roce típico entre dos personas que se quieren y se desean. Fundamental. Con el que el lenguaje visual sea parte de la comunicación. Fundamental. Con el que meterse mano debajo de una mesa sea ese pequeño aliciente picante para luego darlo todo en la cama. Fundamental.
Se busca príncipe indeleble…
Porque los príncipes azules destiñen y me han puesto la vida perdida de tinta que me cuesta limpiar y porque su recuerdo es tan efímero como el «joder» que me sale de la boca cuando les maldigo.
Que venga para quedarse y que deje de irse a guerrear a otros reinos, porque la vida de la corte con una princesa del siglo XXI es un puto planazo…